3.31.2007

Resfrío


El verano se desdibujó con cada gota que cayó del cielo, el primer día de Abril. Había llegado el otoño, de manera que las nubes se agolparon más que la gente a las puertas del metro, y sin mediar los problemas políticos que azotaban a la ciudad, se dejó caer, primero deslizándose en medio del viento que silbó al tiempo que los árboles se desnudaban ante la inminente ducha.
El gris citadino desapareció, por las calles, como tinta derramada, se vio corriendo aquel color oscuro que se había apoderado de la ciudad en la medida que avanzaban los fríos. Al tiempo que aparecían, miles de paraguas que se abrían casi como invitando a bailar, -de todas maneras la lluvia los mojaba igual con tanto viento levantado desde nadie sabe donde- La fiebre de Esperanza se iba incrementando sin dar pie a ser detenida, salvo por los sueños y situaciones que la niña iba viviendo.
Y entonces los colores aparecieron desde el fondo de la cama, donde Esperanza los había dejado dormir convencida de que era lo mejor, puesto que no se resfriarían.Sin embargo, sospechó que el naranjo se había escapado durante la noche, cuando las nubes llegaron golpeando tambores al tiempo que las estrellas se apagaban ante tanto ruido- nadie podía dormir con tal celebración-
-¿Y a quién celebran?- preguntó desde sus sueños mirando por la ventana a la espera de un nuevo día
-a la lluvia- contestó quien le hablaba
y así había sido, la lluvia había llegado envuelta en saludos y risas, entre tambores y luces altas, como si, ella, con todo su esplendor, fuera la única que traía aquello que la ciudad necesitaba. Por entremedio de los sonidos de truenos y las luces de relámpagos, el color naranjo había salido de su lugar en la cama, se había puesto sus botitas de agua y había escapado, llevándose consigo a café y mostaza. Con la lluvia se habían empapado (algo muy claro para la niña, puesto que habían dejado el paraguas botado a la entrada de la casa, cuando ella misma entró sin limpiar sus botas) y corriendo por la ciudad, la habían teñido de dorado, café y mostaza. El verde, en su afán perfeccionista de que no notaran en casa la desaparición del trío de locos, también había salido a su alcance, por lo cual, cuando corría a buscarlos en una esquina, resbaló antes de cruzar la calle y también algunas veredas se tiñeron con aquella mezcla que habían dejado al paso de aquella huida... Esperanza lo notó cuando despertó al otro día con aquel manto acuoso que cubría la ciudad, y que desde el segundo piso, donde se encontraba su habitación parecía una acuarela perfecta.
La fiebre había cesado (gracias a los cuidados de Sofía y Clara) Y por lo mismo, la pequeña niña no dejó de culparse por no ser capaz de controlar a esas invenciones suyas, que cada vez que podían, dejaban algún indicio de su existencia real.

3.19.2007

Sweet Dreams


MORIR DE AMOR

Sofía había inventado un nuevo mundo, se había negado a estar presente cuando la vida pasaba a invitarla a participar, y en su lugar, había creado sus propias historias basada en lo que podía leer, obtener y crear bajo la tutela nocturna de aquella casa que siempre había sido su morada.
Era tal su afán por poder demostrar que no era necesario darlo todo (como alguna vez lo había hecho), que se olvidó que guardando, tampoco era la mejor manera para poder enfrentarse al mundo.
Aquella noche, cuando Valentín demostró ser alguien demasiado importante para ella, cuando por fin se dio cuenta que las noches de plática, las discusiones que muchas veces parecían infundadas, los sueños, la manía de querer resguardar su aroma bajo los párpados, o peor aun, en su lengua, significaban que aquel corazón puesto bajo siete llaves, escondido entre diarios, libros y papel de distintos colores, había vuelto a latir luego de mucho tiempo.
-¿No podrás evitarlo?- se preguntó, mirándose al espejo que parecía hablarle sobre lo que ahora se avecinaba, habían estado tan cerca, habían estado casi memorizando lo que las manos sobre la piel podrían ofrecerles.
Sofía sonrió para sí, después de todo, tampoco quería evitar lo que parecía obvio que pasaría, y no era que no olvidara las heridas de guerra de un amor mal hayado, ni tampoco era que se sintiera sola, sino que simplemente, y aun a pesar de lo que aquel hombre le ofrecía, era capaz de desahcerse de ella misma con tal de que se encontrara con aquellos labios que parecían de mermelada cuando pronunciaban su nombre, cuando la llamaban o cuando la incitaban a dar por tierra aquellas murallas que había construído con tanto tiempo, porque ¿qué importaba volver a desgarrarse con tal de tenerlo unos momento?
¿¡Qué demonios importaba despertar al otro día preguntándose porqué había hecho lo que hizo, si en su cuerpo aún podía sentir transitar la sangre que le indicaba que las cosas habían sido más de lo que ella misma pudo imaginar!!?

Porque aun cuando era capaz de dejar aquel refugio que había construido para sí misma, la noche que se avenía ante tantas promesas de éxtasis mutuo, Sofía no dejaba de sentir que Valentín le pertenecía, sin que éste lo supiera realmente.

3.11.2007

CANELA EN EL AIRE

La primavera parecía haberse adelantado cuando la puerta se abrió a tanta magnitud de sucesos, no era solo que Sofía había vuelto a descubrir que la razón no lo era todo en el mundo, ni que Soledad dejara de llevar como maldición su nombre, ni que Clara enturbiara sus ojos con lágrimas de real dolor, ni que Estela apareciera como persona visible, ni que Paz dejara al fin, su guerra. Al contrario, había algo más el en ambiente, algo que hacía que los cambios vividos en la casa de las hermanas, se viviera por toda la ciudad y fuese llevado como vivencias propias por todas las personas.
Al menos así lo sentía Amparo cuando despertó el tercer día de toma del colegio, aun cuando Sofía se había negado a permitirle a asistir a tal cosa, sin ser lo suficientemente contraria a como lo había sido en otras ocasiones.
-Buenos días- escuchó que le hablaban cuando abrió los ojos a las campanadas que no se dejaron vencer a pesar del alboroto en la ciudad- ¿Has dormido bien?- preguntó la voz que la había sacado de los sueños
-buenos días- contestó, Amparo, como queriendo no despertar- sí... necesitaba dormir bien, y al fin lo hice.
Sus amigos (que ahora podía llamar sin temores, "amigos") sonrieron al verla intentar sentarse. Paz traía en sus manos, una jarra de café
-Has dormido como nunca- volvió a hablar el muchacho que la despertó- pero pareces otra con todo aquel descanso
-Es verdad- asintió Paz dándole el jarro de leche- te vez mucho mejor
Amparo sonrió, no era solo que se viera, sino que se sentía, como otra persona. Tomó la jarra que Paz le extendía casi como si fuera un juego, y bebió rodeada de las charlas de aquellos muchachos. Estaba todo magníficamente, sin duda alguna, porque al menos ahora podía estar con otra gente, sin temerles.

Las campanadas volvieron a sonar a lo lejos, por las mismas, se podía deducir que eran cerca de las ocho de la mañana, hacía tres días, a la misma hora, las cosas habían cambiado tanto, pero ahora, ahora, las cosas parecían tan calmas y gratificantes, que parecía que todos los gritos y ese quiebre a sus miedos, valieron la pena con tal de despertar con esa café con leche expediendo calor en sus manos y su hermana mirándola como si no alcanzara a reconocer en ella, la que alguna vez fue.
Las cosas no habían cambiado, se dijo mientras terminaba su desayuno, las cosas seguían iguales... pero ella sabía bien que no era así... al contrario, era el momento de que los sucesos al fin tomarán la ultima aceleración antes de terminar como debían hacerlo

3.02.2007

despertares...

Despierta.

"No es extraño encontrar en tus ojos la imagen de ti mismo, mi imagen disminuida, encontrar la distancia perfecta, una mezcla de líquido tibio y dolor a menta. Tus ojos transparentes, tu fina línea labial. Aquellos rasgos que te son propios, aquella imagen distante que no puedo corromper."

Sofía respiró hondo y volvió su vista al papel, quería terminar esto antes que la tomara por sorpresa la mañana.

"En un tormento encuentras la felicidad, en tu fantasma está mi calma, en tu miedo mi debilidad. Cuanto tiempo esperando que las palabras se alinearan para salir fundidas en un deseo. Aquella historia nació así, nacida de entre ambos y dilatada por nuestros recuerdos. Una historia que crece mientras la miras tomado de mi mano.

Hace tiempo pedí un deseo, en un soplo sobre el fuego se transformó en realidad pero no quieres seguir adelante, te podría contar mi historia, pero al final el pasado no es más que una carga, hoy solo quiero estar contigo, encontrarte dormido soñando conmigo, encontrar tu respiración junto al palpitar suave de mi presencia, encontrar una explicación lógica a algo que en sí no la tiene, encontrar todas las respuestas, ¿pero de que sirven si no tengo las preguntas?, esto es más que extraño, tú y yo lo sabemos, tú y yo, aquella frase que tanto había querido eliminar, hoy se transforma en un sentimiento contradictorio, te quiero y te odio, te espero y sin embargo no estoy aquí. No se lo que siento en sí, no se lo que puedo esperar de alguien que no espera nada en especial de sí mismo, y ese alguien soy yo. Tú solo eres mi acompañante, aquel amigo incondicional que es mucho más que eso.

¿Qué más puedo decir?, no hay palabras que puedan explicar lo que hoy está pasando. No hay sentimiento más contradictorio que el nuestro. No hay explicación más certera que tu sonrisa. Escapo, y de alguna manera me quiero refugiar en ti, te espero, pero deseo que el tiempo se detuviera en tu recuerdo. Después de todo también necesito de alguien a mi lado, más que alguien que me siga. ¿Despedida o bienvenida? En este momento sólo puedo pedirte que abras los ojos y me encuentres durmiendo a tu lado. Despiértame con un beso, y al fin me daré cuenta que todos los obstáculos han sido saltados. No hay vuelta atrás… ¿Pero quién quiere volver a ese lugar solitario teniéndote a ti?... nunca supe bien lo que alguna vez dije que era lo que quería, pero ahora, todo es tan confuso ahora…. El ahora transformado en un después, el te espero queriendo encontrarte otra vez… no se porque mientras sonrío las lágrimas quieren escaparse, no se porque no sigo cuando se que estas adelante…no se porque te creo sabiendo que aquello no tiene mas lógica que mi deseo, despierta, y en el sol de la mañana, en el palpitar suave del día, mientras camino entre la gente de la calle, mientras espero que todo sea un sueño, lo único que quiero es verte sonreír prendido en lo que alguna vez fue mi mas humilde deseo."