2.29.2008

sales de mar


solía subir y bajar en la medida que el mar se movía con el vaivén del viento. En medio de la nada, mientras se dejaban en la bolsa de playa los problemas propios de la ciudad, parecía que se volvía a un estado que nadie sabía de donde venía, pero que todos podían recordar...
y se embuía nuevamente, dejando de lado el sonido de las personas gritando en la plaa, de los niños riendo, sintiendo en los oídos la presión de tantos kilos de agua todos juntos sobre su cuerpo frágil y tan grácil al mismo tiempo... nuevamente subía, ahora respiraba y se dejaba llevar por el mar, mientras en la cara, podía comenzar a sentir la tensión por la luz directa del sol... debía echarse bloqueador y comer algo, desde el desayuno que no comía nada, y en la mañana había comido tan poco, y era una lástima porque la mermelada de frutilla estaba maravillosa, la meme neuvamente se las había mandado...
volvió a respirar sintiendo el aroma salado y los gritos de la playa, sonrió para si, ahora era el momento oportuno para volver a meterse al agua, venía una ola grande, y estaba lo suficientemente lejos de los bañistas, a embuirse, escaparse, cerró los ojos y se metió hasta cuando no escuchó más que su propio latir del corazón, hasta cuando sus oídos no dieron mas que un pitido como respuesta, cuando en sus músculos el peso de tanta agua comenzaba a agobiarla, dio un par d ebrazadas sintiendo cómo el agua la llevaba más y más a lo hondo, sintiendo al mismo tiempo como el aire viajaba por sus arterias cada vez más lentamente...
y se dejó llevar por el vaivén de las olas, por la tersura de su piel aplastada por la inmensidad del mar, se dejó llevar hasta que salió nuevamente a la superficie donde abrió los ojos y sintió la luz del sol de lleno en su rostro.
estaba exhausta y tan lejos de la orilla, estaba llena de satisfacción y al mismo tiempo tan vacía... como cuando tienes sed y no puedes tomar agua aun cuando la tengas abajo tuyo, atrás, adelante, arriba y abajo... ahora sólo debía esperar al helicoptero para poder volver a la realidad que era su pequeño mundo en el departamento del centro de stgo, en ese mundo alejado de esa sensación de pertenencia que sentía hundida en el agua salada que ahora comenzaba a llenarle los pulmones.