4.18.2010

El Ruiseñor y Su rosa


Tenía una vida de hombre libre; abierto de mente, capaz de gritar
Había en mi pecho el orgullo de no ser de aquellos hombres,
que tanto habían disfrutado matar.
Mi voz era la de mil voces.
Mis ojos, nunca se apagaban al despertar.
Tenía cada mañana, como regocijo, saber que era otro día para pelear.

Y veía claramente, cómo el mundo no debía ser jamás.
Saludaba sin miedos, a aquellos a los cuales no hay que saludar.

Hasta que la vi flotando ajena, Sin nada en su andar.
La quise perseguir, ligera.
Quiso, entonces, escapar.

la seguí por cuatro años... por momentos no quería despertar
las mañanas fuerons amargas. Las noches, frías lejos de donde debía estar.
Pero entonces supe que aquellos labios, de los cuales nunca oí hablar
deseaban más los regalos y promesas
que las ideas que pudiera entregar.

y exigí, como condición, que me diera esperanzas
Sabiendo que las Esperanzas las había perdido yo.
Exigí lo que no podía exigirle.
Exigió lo que no podía darle yo.
Flores en el desierto quería, Una rosa como las que murieron hace años en el jardín.
Quería Rosas de aquel patio del cementerio abierto
De las tumbas de las cuales nunca quiso oír.

Entonces vendí a mis muertos. Loco de amor como estaba yo!
Perdí el rumbo, me perdió lo incierto.
Y el invierno tampoco me ayudó.
Aquella Rosa que ella exigía, la que nunca verdaderamente pidió.
Era una llave a sus labios rojos, era el pasaje de mi autodestrucción.

robé, mentí, maté
como aquellos a los que juré, nunca dar perdón.
lloré, grité, y me hirieron.
Como aquellos a los que nunca más miré.

Y en pleno desespero, cuando pasó el tiempo bajo el romeral.
Cuando las botellas de Ron no pudieron desangrar el desconsuelo,
ni encontré nada más de donde escapar, el ruiseñor entonó su canto
para darle ánimo a aquel maldito rosal.

"Una rosa que no quería. Una Rosa que nunca va a mirar.
Puede ser mi alegría, pero la suya nunca lo será"
Había oido que me decían... pero la verdad, no quería descartar
que aquella rosa podría ser mi alegría
(aunque a ella no le importara de verdad)

el pajarillo asintió complacido. Conociendo desde siempre las historias del "nunca Más"
los malos pasos a los que había caído por un amor capaz de traicionar.
Vio mi vida -y estaba viendo mi muerte-
y supo entonces, cómo aportar;
Abrió su pecho, entregó su encanto.
Poco a poco revivió al rosal.
Cantó como nunca hubo un canto.
Murió, porque así debía terminar.

Una Rosa! la tenía en mis manos
Una Rosa! y me miró con ademán.
"quieres que la tome, aun cuando aun está húmeda?" preguntó, porque no quería preguntar más.
"una Rosa Roja como pediste, por un baile esta noche en el bar"
"Una Rosa, es sólo eso. De tí, nunca he querido más.
Tengo el favor de tantos hombres... ¿Crees que una rosa bastará?
te he visto antes y te conozco. Como los 'otros' que siempre gritando están
Tu mundo no es el mío, y siempre lo has sabido ¿Por qué pretendes querer más?
Con una rosa, a mi no me basta. tal vez a tí te sobre, por ese pobre rosal!"

y se fue indiferente. Como siempre fue en verdad.
Abrí mis ojos -después de tanto tiempo-
y quise por un momento llorar.
Las historias del Nunca Mas volvieron, pero no mis amigos a los que ya había dejado atrás
El ruiseñor nunca más entonó su canto,
Aquel rosal, nunca más quiso una flor dar.

desde esa noche que bebo sin rumbo, Que camino con hastío
que me duermo, sin querer soñar.
aquella mañana desperté cuando aun estaba nublado... y las lágrimas se habían desparramado como rocío cristalizado sobre el pasto del antejardín.

Durante la noche, con todo el amor que pudo dar,
el Ruiseñor secó su sangre, y nunca más volvió a cantar.
Hoy es día de desvelo, porque aquella moza, que no quiso bailar,
hoy desangra aquella rosa, por la cual nunca volví a amar!

Rescaten al Ruiseñor y su Rosa!
no le dejen terminar de cantar!
que las espinas no le congelen su corazón pequeño!
y que sus pulmones no derramen su sal!

¡Rescaten mi inconciente errado!
maten aquella sensación de falsa paz.
Tomen aquella rosa roja y el ruiseñor
maten este corazón egoísta
vuelvan mis huesos a las tumbas que alguna vez, dejé atrás!