7.31.2009

día de desvíos

Entonces se dispuso a viajar por entre medio de sus pensamientos, sabiendo que aquello no era malo -pero tampoco bueno- se dejó llevar por las imaginarias ideas de tomar aqeulla mano helada.
y luego se imaginó los momentos vividos, trayendo desde lejos todos los detalles de las últimas semanas.

Las vacaciones comenzaban, y lejos estaban las ideas de que aquello fuera prohibido. Solo era necesario saber que era ese aroma a tabaco de vainilla lo que los recordaba el uno al otro.

3 comments:

Martin Perez Comisso said...

Buenisimo... Me senti algo identificado :S

Anonymous said...

Hay que tener cuidado...Esos pensamientos se traducen en obsesión, si no se centran luego. O se hacen, o desechan.

Así te evitas "no adorar a falsos ídolos"...

Tavavargas said...

esa es la idea, de no saber cual es la fina línea entre la obsesión y la pasión...
y después de todo, ¿Cuál es la real diferencia entre los recuerdos y los sueños?
la idea es poder ir entretejiendo entre lo real y lo onírico.