5.12.2007

SOÑADOS


Un punto aparte, dos puntos seguidos, cuatro puntos suspensivos. Dos borrones con rabia y tres intentos de seguir el texto hacían que Sofía se sintiera que realmente no estaba cómoda con la escritura, y era que realmente no lo estaba.
Los días se habían sucedidos tranquilos, en semejanza al fluir de un buen río en primavera que llevaba las primeras aguas del deshielo.Pero ciertamente no era esa la realidad que ella vivía, aun cuando el sol aparecía en lo alto, cuando los días no mostraban muchas responsabilidades, cuando el invierno no quería aparecer borrando el otoño cuproso, las relaciones que mantenía con el exterior, sobre todo con quienes decían ser quienes la acompañaban, no dejaban de tener un sabor amargo con las reuniones que mantenían periódicamente, era más que la sensación de no conocerlos, era la incomodidad de que ellos tampoco la conocían.
¿Entonces porqué demonios seguía juntándose con ellos?
y seguramente, la fuerza de la costumbre parecía ser la respuesta que más hacía eco dentro de tantos sentimientos encontrados.
entonces respiró hondo y se dio cuenta que realmente nunca sabría cómo desahcerse de esas culpas que le carcomían la cabeza y que nunca contrariaban sentimientos como ese, principalmente porque al fin y al cabo, era tan cómodo (como lo era para ellos) mantener silencio, y hacer como que la distancia que se iba formando entre todos, era sólo un proceso natural del cansancio humano... y no tenía nada que ver con esa tendencia a guardar silencio que habían adquirido para evitar los conflictos.

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