Entonces mientras en los brazos caía tu cabeza, desde tu frente podía ver el relieve de tus labios bajo tu nariz respingada. Y aun cuando pareciera que aquello era una escena nunca antes imaginada, ahora parecía ser capaz de enfrentarla como la imagen cotidiana de una nueva forma de hacer las cosas...
y sonreimos sabiendonos que faltaba tanto, y mientras lo hacíamos, imaginaba, nuevamente, aquella imagen plazmada que de regalo me llegó por encargo de una fantasía formada por el alcohol y los días de juego, se había parecido mucho a tu rostro. Como me gustaría saber que hoy, leugo de tanto tiempo transcurrido, las certezas que tanto necesitamos nos sean suficiente, mientras el miedo al fracaso se esconda bajo el sillón.
miraba tus pestañas mientras se cerraban lentamente, tenías sueño, habias dormido tan poco y por esa maldita manía mía de hacerte rabiar... pero en realidad es parte del juego, de esa manera de llevarnos que al final no se a que nos ha traído.
después de todo, hoy se cumplen plazos antiguos, y aun cuando siento que no debo creerte, a pesar de tenerte medio dormido entre mis brazos, aun cuando las despedidas se hicieron también parte de la tregua, sabía que debía retenerte, y volver a darte la bienvenida.